lunes, 29 de agosto de 2011

Luna

LUNA


Miro aquella parte oscura del vacío eterno
misterio que se adueña de la mente.
Dibujo pétalos de grises y violetas en tu ventana
quiero ver tu piel translucirse
en el silencio de la vida.
No me asustan aquellos reflejos lejanos que se acercan
a mis días como una manada de recuerdos sin rostros;
miro aquella luna radiante menearse con timidez
en la punta de tu boca
¿ira a suicidarse?, me pregunto
su sonrisa se borra y solo queda su mirada asustada
flotando en tu aire.
Tu cuerpo elegante de prejuicios vuelve a girar,
gira sobre la mesa de la tarde,
¡Que perfecto!… Suspiran unos labios en medio de la fragilidad del deseo;
No son mis labios.
Vuelvo a tocar tu sonrisa y vuelvo a quemarme
igual que la primera vez,
vuelvo a enredarme en tus palabras
a tropezarme con tus ojos
a llorarte en silencio
miro aquella luna que se cae
en la oscuridad de mi cuerpo
y ahora yo
tengo sus ojos asustados
en mi cara.



Pato Avendaño


miércoles, 13 de abril de 2011

La niña de la pena eterna

Cada día era una eternidad amarga, un largo camino oscuro que debía atravesar. Miraba atrás, miraba su pasado aún fresco, nítido y hasta calido. Quería tocarlo, pero se desvanecía violentamente en un segundo. Él estaba ahí, mirando el sol, sonriendo. Su sonrisa tan clara y natural la hacia llorar. Ella volvía a mirar el camino, no vía luz, no vía el cielo solo sentía sus pies pesados, como si no fueran parte de su cuerpo, ya nada le pertenecía realmente. Ya no creía en nada, ni siquiera sabia porque caminaba. Pensaba si no era mejor quedarse abrazando sus rodillas o si talvez el seguir llorando le diera la oportunidad de término de sacarse ese amor de una vez y para siempre.